sábado, 6 de agosto de 2011

Guillén: "Rezad por la familia del Betis el día 21"


Guillén: "Rezad por la familia del Betis el día 21"
La historia más secreta y fascinante de la pretemporada del Betis no está en el hotel Vale de Cardiff, sino a una hora y cuarto por carretera de allí, rumbo a las Midlands. Miguel Guillén, hoy presidente del Betis, apenas tenía 14 años cuando sus padres lo enviaron al Belmont Abbey College en Hereford, un monasterio-colegio benedictino en el que, sin más, era "Migüel". Ayer, 26 años después, quiso visitarlo acompañado por Pepe Mel. Un encuentro fascinante. El Abbey College cerró como tal en 1994, pero allí siguen la abadía, el monasterio y los monjes. A Guillén lo recibieron el hermano Jonathan y el padre Andrew. "No daré datos a los periodistas sobre su comportamiento", bromea el monje, sorprendido por la visita de Guillén, que vivió allí tres años: "Había suspendido inglés en el colegio y era demasiado sociable Así que mientras a mi hermano, que era más introvertido, lo mandaron a un colegio de Suiza en el que estaba con el hijo de Roger Moore o el de Adnan Kashogi para hacer relaciones, a mí me internaron aquí". Guillén, iba en su forma de ser, se adaptó pronto: "Mi madre se fue llorando en el coche cuando me dejaron allí pero había olvidado algo. Dio la vuelta y diez minutos después ya me estaba viendo hablar por señas. Se quedó tranquila". Pero Guillén admite que lloró muchos días hasta que se adaptó. Era el único extranjero allí con 15 años. Cuando entra en la abadía recuerda: "La de veces que me tocó limpiarla...". Los otros dos 'castigos' preferidos del Abbey College eran la caña de bambú. ("Había que prepararse bien para recibir, hay días en que me ponía hasta cuatro calzoncillos...") y las carreras de cinco kilómetros alrededor del recinto a las cinco y media de la mañana en invierno. Escucha atento al padre Andrew, que recorre el monasterio con él y le enseña las tumbas donde yacen alguno de sus ex profesores. Luego invita a un café y se asombra de saber que ahora es el presidente de un club de "la Liga". Y bromea con Mel hasta que Guillén tercia: "El día 21 de agosto tenemos un partido muy importante padre. Es el derbi, contra nuestro gran rival: el Sevilla. Rezad por nosotros, por la familia que es el Betis". El padre Andrew, envuelto en la chaqueta de chándal de Mel, le despide con un abrazo y una frase: "Si no ganáis, es que no habremos rezado demasiado. Porque a los españoles sólo les gusta rezar los domingos".

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